La psicología de la decoración

La decoración se podría pensar como mero arte; como una actividad cuyo fin radica en sí misma y que sólo satisface la parte estética, en términos artísticos, del ser humano.

Sin embargo, dicha actividad guarda una relación más estrecha con nosotros. La decoración es un conjunto de elementos en un espacio determinado que organizamos de manera determinada para lograr la unidad armónica de ellos y añadir, además, un toque personalizado. Estos elementos de los que hablamos van desde el color de las paredes hasta la intensidad de la luz en una habitación.

La psicología de la decoración.

Siendo observadores podríamos descubrir conscientemente algunos de esos elementos, pero también es verdad que la decoración profesional contiene detalles tan sutiles que incluso cuando en un primer vistazo puedan pasar desapercibidos, provocan cierto impacto en nosotros.

Para estudiar el impacto de dichos detalles, es necesario acercarse a la decoración desde una perspectiva psicológica. Por un lado, la decoración es capaz de alterar la percepción espacio-temporal de los individuos; por otro, es capaza de influir en los procesos mentales, procesos volitivos, de cada uno de nosotros.

Un ejemplo claro de dicha influencia lo podemos encontrar en los colores con los que está decorado algún lugar. En los restaurantes, por ejemplo, es recomendable decorar con colores tales como el amarillo o anaranjado pues, según los psicólogos, estos colores abren el apetito.

Así que ya sabes, cada vez que pretendas decorar algún espacio ten presente que cada detalle cuenta y que un pequeño elemento podría hacer la diferencia.